La noche de 1950 una persona apareció de pronto en medio de la calle. Inmediatamente fue arrollada por un auto, el cual acabó con su vida. La densa neblina no permitieron que el conductor pudiera evitarlo.
Esto sucedió a tan sólo metros del Times Square, en Nueva York. Aquello no sería cualquier atropello común y corriente.
Pues al revisar al occiso llamó mucho la atención su ropa, era muy anticuada, aunque no estaba desgastada. Sus zapatos tenían hebillas, usaba levita color negro, sombrero y pantalones estrechos. El hombre parecía sacado de una vieja fotografía del siglo XIX.
La policía hizo la declaración del hecho. Entre las pertenencias del occiso se encontraron varios papeles a su nombre, unos recibos por cuidado de un carruaje con caballos, billetes fuera de circulación, y una carta dirigida a si mismo, con fecha de 1876. Con el nombre se intentó localizar su dirección y a su familia, pero todo fue inútil. Los días pasaron sin respuesta, hasta que a un oficial se le ocurrió buscar en una guía telefónica pero del año 1876. Se logró ubicar el nombre de Rudolph Fenz Jr, sin embargo estaba notificado como fallecido.
Siguiendo la pista se logró ubicar a la viuda de Rudolph Fenz Jr, quien contó a los oficiales que su marido había desaparecido en la primavera de 1876. Había salido de casa para ir a trabajar, sin embargo nunca regresó y nadie lo volvió a ver.
La policía logró consultar la lista de desaparecidos de ese año y todos se llevaron una gran sorpresa: en el registro figuraba el nombre de Rudolph Fenz Jr, de 29 años, quien vestía levita negra, zapatos con hebilla y sombrero en el momento de su desaparición.
En teoría habían encontrado a Rudolph, pero muchos años después, en otro tiempo.
La superposición espacial es posible, debido a que la materia puede estar en varios lugares a la vez, esto según la ley de la mecánica cuántica que establece que las partículas elementales(de las cuales están formadas nuestras células) pueden manifestarse en varios lugares simultáneamente.