¿«No forces la puerta» o «no fuerces la puerta»?

«Tú no “almorzas”, tú “almuerzas”». Ese ejemplo, que alguna vez me dio alguien —lamentablemente no recuerdo quién—, puede ser útil para tener presente que los verbos irregulares existen.
Mucho se ha insistido en que no se dice «no se cole», sino «no se cuele». Sin embargo, además del verbo «colar», hay otros que ameritan la misma atención. Por ejemplo, «forzar»: «no fuerces la puerta» sería adecuado, en lugar de «no forces». Lo mismo con «soldar» o «degollar». Estos ejemplos son del tipo de verbo irregular en el que la «o» pasa a ser «ue» en todo el singular y la tercera persona del plural en presente (en indicativo, subjuntivo y, como vimos, imperativo). ¿Qué otros se les ocurren?

Por otro lado, hay verbos que admiten más de una forma, específicamente en la acentuación. Es decir, es posible formarlos como diptongo (dos vocales seguidas y en la misma sílaba) o como hiato (dos vocales seguidas, pero en distintas sílabas).

Es el caso de «licuar»: tanto «licua el juego» como «licúa el jugo» serían válidos. Pasa igual con «adecuar» («adecua el espacio» o «adecúa el espacio») o «evacuar» («evacuen el área» o «evacúen el área»).

Al respecto, la propia Academia ha reconocido que, si bien «el uso culto» prefiere las formas con diptongo, «hoy son mayoritarias y se aceptan las formas con hiato». De hecho, ambas se encuentran en el Diccionario de la lengua española.

Por María Alejandra Medina