Lo digital avanza y el impreso se aferra

Elaborar un diario es una labor compleja en la que se depende de una serie de factores que deben estar debidamente coordinados para que los resultados sean los esperados. Es una tarea dura que no tiene pausas, que implica horarios incómodos, que tiene varios eslabones desde el acopio de la información base que queda impresa en un papel y se distribuye a la población.

Hay quienes apuestan a que la edición impresa está llegando a su fin, aunque los diarios más prestigiosos y con mayor tiraje del mundo aún salen a las calles y llegan a las manos de miles de lectores. Fue la revista Newsweek la que apostó por la edición digital y dejó de publicar su edición en físico… después de una evaluación, sus directivos tuvieron que dar pasos atrás porque comercialmente sus ingresos comenzaron a decaer peligrosamente, por lo que se vieron obligados a volver a imprimirla. Se sabe que el reconocido matutino The Washington Post igualmente saldría de circulación apostando únicamente al internet y las redes sociales considerando que en el «primer mundo» la influencia de operar de esta manera es enorme, Debemos entender que tratándose de semejante empresa mediática, se habrán realizado los estudios suficientes para atreverse a dar este paso, aunque el peso de la palabra escrita, impresa, radica justamente en el carácter de documento que representa e incluso en la referencia histórica en que puede constituirse.

Hoy por hoy, se pagan los servicios y los impuestos por internet, el grado de penetración de este servicio es gigantesco, hasta películas se ven a través de este medio y lo más importante, el uso de nuevas tecnologías permite el acceso a nuevas generaciones no acostumbradas a comprar un periódico en la calle o en el quiosco de la esquina, las del «smartphone» y la «tablet», aquellos que aprendieron a recoger datos y distribuirlos de esta manera, aquellos que no están tan acostumbrados a escribir sus notas o apuntes con una lapicera y en un papel. La digitalización en un medio «escrito», puede llevarlo a la inmediatez y volatilidad de otro medios respetables como la radio y la televisión, que informan seriamente y con el peso específico suficiente, pero que no han podido reproducir el efecto contundente de un titular en primera plana.

En Tarija y Bolivia, el diario impreso tiene todavía unos buenos años por delante pero comprendiendo que debe caminar al mismo ritmo de una edición digital que cada vez es más visitada y tomada en cuenta, en especial por esa nueva generación que mencionamos y está más apegada a una pantalla que a una hoja de papel, a escribir con los dedos que con un bolígrafo, son los avances de la tecnología que amenazan con seguir devorando lo tradicional, aunque quedan varios pendientes aún en un reto que promete extenderse un tiempo más.