Sayhuite es un yacimiento arqueólogico inca situado a unos 47 kilómetros al este de Abancay en Perú. Según los historiadores el lugar era un santuario relacionado con el culto al agua, con un templo que las leyendas describen como cubierto por láminas de oro del grosor de una mano. Se han hallado múltiples restos en el lugar, pero el más extraño de todos es la Piedra de Sayhuite.
La Piedra de Sayhuite, un enorme monolito en el que hay relieves geométricos y zoomorfos, como reptiles, ranas y felinos. Se encontró en lo alto de la colina Concacha, y los expertos creen que puede ser una especie de modelo topográfico hidraúlico. En la piedra se pueden apreciar claramente terrazas, estanques, ríos, túneles y canales de irrigación.
Para qué servía no está muy claro. Arlan Andrews opina que se trata de un modelo a escala para hacer pruebas y estudiar las propiedades del agua (recordemos que el lugar era un santuario dedicado al líquido elemento), de cara a realizar proyectos de abastecimiento, o para instruir a los ingenieros y técnicos.
Se ha comprobado que la piedra se remodeló varias veces, añadiendo y quitando elementos, y cambiando los cursos de agua. El relieve tiene unas dimensiones de dos por cuatro metros, y hoy en día es el principal atractivo turístico de la zona.
Quien la creó es todavía un misterio. A pesar de que se sabe a ciencia cierta que el lugar era un santuario inca, los arqueólogos no están seguros de que éstos fueran sus constructores.