El peligroso uso y abuso de agro químicos y pesticidas

Aunque mucho se habló respecto a la manera en la que se utilizan agroquímicos y pesticidas en diferentes cultivos, poco se ha hecho para controlar su comercialización verificando en especial la calidad de los mismos así como hasta qué punto pueden ser peligrosos para el ser humano.

Se menciona que en el mercado se siguen vendiendo algunas marcas que han sido descartadas en otras regiones, en otros países, estamos diciendo de que Bolivia es el lugar donde cualquier cosa se puede vender sin tomar en cuenta los efectos y consecuencias que pudiera tener esa actividad. La otra faceta pasa por la forma en que se usan estos pesticidas en el campo, para la agricultura y en manos de los campesinos, que no tienen la guía suficiente como para aplicar las dosis necesarias, las que estrictamente se requieren, sin comprometer sus cultivos y por ende la salud de las personas. Si miramos a profundidad este enfoque, es evidente que se está poniendo en riesgo la salud pública pero lastimosamente hasta el día de hoy, no existe el interés suficiente en nuestras autoridades, particularmente aquellas que están en reparticiones públicas vinculadas a lo que estamos hablando, que puedan establecer un plan que permita el control en la venta de dichos agroquímicos así como en la aplicación de los mismos, en Tarija y en Bolivia toda.

Mientras no se asuma este problema con seriedad, seguiremos preguntándonos porqué los casos de cáncer aumentan de manera incontrolable, porqué no hay una explicación a este fenómeno, y porqué cada vez más personas sufren una serie de dolencias y llegan incluso hasta la muerte, sin mayores argumentos, dependiendo de qué región o departamento de Bolivia se hable. En el caso de Tarija, los indicadores son más que evidentes y eso tiene que llamarnos la atención y movernos para poder exigir a nuestros legisladores, nacionales o departamentales, para que puedan dictarse normas, elaborarse leyes, que protejan a la población de estas prácticas peligrosas y efectos terribles en nuestra gente.