
Todo decía que la elección de la nueva directiva y sobre todo del nuevo presidente de la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija, se iba a realizar con total normalidad, considerando que las fuerzas opositoras del MAS se encuentran notoriamente mermadas, particularmente por el reconocimiento que existen dos o tres asambleístas que se encuentran actuando por su lado, de acuerdo a sus propios criterios.
Era demasiada calma como para creer que todo era verdad, cuando se hizo conocer que el asambleista Damián Castillo, que proviene del Transporte, sería el candidato de la bancada de Unidos para la presidencia. Ahora surgen voces disidentes por decirlo menos, que no están de acuerdo con esa nominación, se trata asambleístas de esa misma bancada pero de diferentes provincias del departamento de Tarija, que han decidido buscar otra alternativa, siguiendo el camino de conversar con representantes de otras fuerzas políticas pero también provenientes de regiones que no sean exactamente o no estén vinculadas con la capital.
Si este escenario se sostiene, estamos hablando de que puede crearse una bancada transversal, una bancada donde no importan los colores políticos, las siglas y se constituya un bloque de asambleístas que puedan ganar una elección si es que entran en ese juego. Si prospera la idea, algunos hablarán de transfugio, tratarán de desmerecer la posición distinta de los asambleístas que no están de acuerdo con la postulación de Damian Castillo y que no siguen la línea partidaria o de la agrupación política a la que pertenecen. Creemos que más allá de todo, están en su derecho, tienen la libertad de decidir por sí solos y de buscar otras alternativas, otras opciones, aunque sería un remezón político si se llega a consolidar la iniciativa.
No sería la primera vez que exista una bancada transversal, recordemos hace algunos años cuando el gobernador era Lino Condori, alguien que no fue elegido para el cargo, que más bien salió de la mismísima asamblea departamental, no tenía el apoyo suficiente en el ente legislativo pero se formó una bancada compuesta por asambleístas de diferentes tendencias políticas, basta recordar a Justino Zambrana, roveniente de la bancada indígena, que tuvo a su cargo la presidencia durante dos gestiones consecutivas, de hecho que hubo operadores de un lado y del otro que se encargaron de que los transversales funcionaran y sean funcionales a la gestión de Lino Condori, entonces asambleístas departamentales que hoy, algunos de ellos, ocupan ciertos cargos todavía en la política tarijeña.
Puede tratarse simplemente de una manera de decir aquí estamos, de una manera de llamar la atención para ser tomados en cuenta para otros cargos que existen dentro del
ente legislativo. Posiblemente estos vientos de disidencia, o de libre pensamiento, sean manejados y controlados antes de la elección que podría darse en unos días más pero siempre se corre el riesgo de que la idea de la bancada transversal prospere, si las ambiciones y los intereses crecen, puede no lograrse el consenso necesario y suficiente para que el bloque oficialista en Tarija siga manejando los hilos de la Asamblea Departamental.