Javier Milei activó el guiñador a la derecha en el rumbo de Sudamérica, se viene curva con las elecciones en argentina. ¿Qué tan pronunciada es la curva? Tenemos miedo a curvas cerradas porque nos podemos salir de la curva e irnos a la … genera mucha ansiedad lo que hay después de una curva.
Este carro y este camino no dan para más, a la vuelta de la curva tiene que venir más libertad, menos gobierno, más inversión y ahorro, menos impuestos, mas prosperidad para todos no solo para los políticos. Un empresario, un emprendedor, un independiente o autónomo, es un benefactor social, como dice y repite Milei, es un héroe aquel que invierte arriesgando todo lo que tiene por un sueño, un negocio, una empresa; que, si le va mal, quiebra, le embargan las cuentas, los bienes, pierde todo, pero que pasa cuando le va mal a un político con una ley, o cuando comete corrupción in fraganti, nada, absolutamente nada, no hay responsabilidad, no hay justicia, no hay trabajo, no hay futuro, no hay nada. Lo que si hay y a raudales es un insultante, vergonzoso y endemoniado despilfarro de los recursos ajenos.
¿Pobres?, no somos pobres, somos inmensamente rico, con profundos problemas de moral y ética. No hace falta citar ejemplos, de eso se encargan los noticieros, que nadie lee o todos ignoran.
Distinguir entre el bien y el mal, no es política es sentido común, es historia, es verdad.
Aprender de nuestro pasado para que no se repita, citaba la novela “El Patrón”, en cada capítulo, que seguí con entusiasmo, disfrute cada dialogo, actuación, fotografía, tomas y secuencias, y los personajes que me hicieron imaginar una vida así. La realidad supera a la realidad.
“La Gran Pablo Escobar”, en el sentido de esa gran pirueta, proeza o hazaña lograda por alguien que soñó con algo grande y lo logro, o no. A quien no le gustaría hacer “la gran pablo escobar”, coronar cientos de miles de envíos/ventas al por mayor, que reportan miles de millones, LIBRES DE IMPUESTOS, es el sueño del pibe.
Prohibir algo tiene un costo, la prohibición no hace desaparecer el problema como por arte de magia, lo barre debajo de la alfombra; luego, los políticos se pelean en secreto para ser el primero en levantar la alfombra, eso despierta codicia, avaricie, egoísmo, corrupción que se convierten en ilícitos, que se convierten en crimen, que se transforman en organizaciones criminales, y que terminan teniendo intereses cruzados y lealtades costosas.
Mientras tanto la gente de bien, honesta, trabajadora, sacrificada, tiene que producir, o trabajar para mantener la fiesta de los políticos de inauguración en inauguración, de acto en acto, baño de multitudes remuneradas, acarreadas, obligadas, una campaña proselitista permanente repartiendo prebendas, botando el dinero como quien reparte caramelos en un desfile a la masa embobada con la supuesta repartición de riqueza, cantos de sirena, el buenismo al palo. Jugar con la necesidad de las personas es lo más deplorable de la política, la clase política son encantadores de serpientes, nos la charlan en nuestra cara y les creemos, casi como hipnotizados.
La izquierda quiere convencer a la derecha que es mejor siendo que la derecha es la mayoría. La historia nos cuenta las honorables luchas de las minorías oprimidas por lograr su libertad. Curioso, ahora las minorías oprimen a la mayoría. La minoría convenciendo a la mayoría a través de una batalla cultural. Determinando comportamientos y pensamientos únicos.
Ahora está bien la pornografía infantil y no esta bien la familia tradicional. Ahora esta bien el odio y la censura y esta mal el amor y la pasión de cristo. Gozan de la libertad de gritar de forma fanática cosas de locos, lo que les da la gana, sin censura alguna, mas bien con todos los micrófonos abiertos. Pero, si no estás de acuerdo, no está bien, no lo puedes expresar, estas vetado, cancelado, eres de todo lo que te puedas imaginar, CENSURADO. Lo que eres en realidad, es un defensor de la Libertad. Porque de eso es lo que realmente estamos hablando de libertad versus colectivismos, manadas versus individuos.
Por eso, creo que este giro a la derecha iniciado por Javier Milei en argentina es esperanzador para todo el continente porque con los mismos de siempre es imposible, como dice y repite Milei, slogan que bien puede usarse en todos los países donde una casta política dominante impide el progreso y desarrollo de sus habitantes con políticas que lejos de solucionar los problemas los amplifica y empeora la situación del ciudadano común, los políticos se están robando nuestro dinero, ese es el problema. Para poder robarse el dinero con impunidad necesitan mantener el poder. Por eso han salido auspiciosos y comedidos en contra de ese giro de rumbo, repitiendo los mantras de: “la derecha maldita”, cuando es gracias a la derecha que han llegado al poder en primer lugar, les gusto tanto que no quieren soltar.
No vaya a ser que las ideas de la libertad se esparzan y pronto veamos el regreso de la cordura, la razón, que la evidencia empírica tenga mayor validez que los hombres de paja.
Daniel Beccar
Lic. En Ciencias Políticas