Abg. Ivone Martínez Benítez
Examinando brevemente el entorno electoral Latinoamericano para la Gestión 2024, nos enfocamos en Panamá, pais que tiene previsto para el 5 de mayo la realización de Elecciones Generales, el pais centroamericano elegirá Presidente y Vicepresidente de la Republica, 20 diputados al Parlamento Centroamericano (PARLACEN) y 71 diputados a la Asamblea Nacional, 81 alcaldes de Distrito, 702 representantes de Corregimientos y 11 Concejales; todos con su respectivo suplente.
Estarán habilitados para competir todos los partidos políticos que se encontraban constituidos por el Tribunal Electoral hasta el 31 de diciembre de 2022. Estas colectividades son: Partido Revolucionario Democrático (PRD), Partido Popular (PP), Movimiento Liberal Republicano Nacionalista (MOLIRENA), Partido Panameñista (PAN), Cambio Democrático (CD), Partido Alianza, Realizando Metas (RM), Movimiento Otro Camino (MOCA) y Partido Alternativa Independiente Social (PAIS).
El sistema electoral que se aplicara es mixto, tanto la elección del Presidente de la República, como la de alcaldes de distrito y de los representantes de corregimiento se realiza por mayoría simple, siendo electo el candidato que obtenga la mayor cantidad de votos, sin necesidad de una segunda vuelta.
Los Diputados al Parlamento Centroamericano PARLACEN, para la emisión del voto no utilizan una papeleta propia, sino que se utiliza la papeleta de la votación para Presidente de la República. Solo entrarán a la asignación los partidos que obtengan más de un 2% de los votos válidos en la elección presidencial, y que hayan presentado candidatos para el PARLACEN. Para conocer cuántos curules serán asignadas a los partidos, se dividirá el porcentaje de votos que haya obtenido el partido entre cinco. Si hecha la asignación anterior, todavía quedan curules, se asignara una por partido o nómina por libre postulación, entre los que tengan mayor número de votos y no hayan obtenido ninguna curul.
Los Diputados a la Asamblea Nacional se eligen de la siguiente manera: los 71 miembros de la Asamblea Nacional son electos en 39 circuitos electorales, de los cuáles, 26 son circunscripciones uninominales; y 13 son circunscripciones plurinominales. En las circunscripciones uninominales, el sistema de elección es el del escrutinio mayoritario uninominal, en donde será electo el candidato que obtenga la mayoría simple de los votos de la elección. En cambio, en las circunscripciones plurinominales, los electores pueden votar por una lista electoral (lo que significa un voto para cada uno de los candidatos del partido o de la lista), o elegir de entre los candidatos de un solo partido o lista de libre postulación.
Para definir los candidatos que son electos en las circunscripciones plurinominales, se utiliza la regla del cociente, medio cociente y residuo.
Este proceso electoral convocara aproximadamente a 3 millones de electores a las urnas para este próximo 5 de mayo y que se inscriben en un clima cargado de tensiones sociales, creciente frustración con la clase política y acusaciones cruzadas de corrupción entre los candidatos.
En Panamá se tiene la figura de los Precandidatos por Libre Postulación, el 15 de agosto de 2022, los precandidatos por la libre postulación fueron los primeros en comenzar la búsqueda de apoyo para aparecer en las papeletas de la elección del 5 de mayo. Para el cargo de Presidente de la República, de los 35 precandidatos que aspiraron al cargo por esta vía fueron seleccionadas las tres personas con más firmas alcanzaron el umbral de 2% en firmas, en comparación con los votos válidamente emitidos en la última elección. La fecha límite para recolectar apoyos fue el 31 de julio del 2023. Estas reglas fueron las mismas para los demás puestos de elección popular. Al terminar el proceso de recolección de firmas para el cargo de Presidente de la República, tres personas consiguieron los primeros tres puestos, convirtiéndose en candidatos declarados por las autoridades electorales bajo la figura de libre postulación.
Ocho candidatos presidenciales compiten por un mandato de cinco años en una votación de una sola vuelta. Panamá no permite a los presidentes en ejercicio presentarse a un segundo mandato consecutivo.
Realizando un análisis sobre el contexto social que vive Panamá, encontramos protestas masivas que pueden considerarse las más importantes del país en su historia reciente, movilizaciones que han puesto en el centro del debate público la preocupación medioambiental, y la férrea oposición al contrato -ya derogado- de extracción de cobre por parte de la empresa First Quantum. Tensiones que paralizaron al país, dejando varios detenidos, heridos, muertos, cuantiosas pérdidas, una disminución en la calificación crediticia y del producto interno bruto según estimaciones del Fondo Monetario Internacional.
Cientos de miles de emigrantes atraviesan la selva panameña del Darién, creando una carga humanitaria que el próximo gobierno tendrá que abordar. La corrupción también es una preocupación constante, con los sonados escándalos de los llamados “Papeles de Panamá“ y de los sobornos de Odebrecht, que han puesto al país en la mira en los últimos años.
Los problemas medioambientales que enfrenta este pais no son pocos, sobresale la sequía que ha provocado un bajo nivel de agua en el canal, lo que ha reducido el número de barcos que pueden pasar por él. Hasta ahora, el impacto financiero se ha visto reducido debido al aumento de los peajes antes de que comenzara la crisis del agua, pero es posible que las navieras opten por buscar rutas alternas o formas de evitar el canal.
Por tanto, la crisis política que ha rodeado las elecciones presidenciales del 5 de mayo ha exacerbado la incertidumbre en un país que se enfrenta a la sequía y a las consecuencias de las protestas generalizadas. Panamá es considerado el centro del comercio mundial, ha sido una de las economías de más rápido crecimiento del hemisferio, con un desarrollo impulsado por la ampliación del canal de Panamá, los inversionistas atraídos por los acuerdos de libre comercio y el uso del dólar como moneda local. No obstante el próximo presidente tendrá que abordar numerosos problemas fiscales, medioambientales, migratorios y de corrupción.