
Todavía seguiremos viendo lo que sucede en la Asamblea departamental y en la gobernación después de la elección de la nueva directiva, es muy difícil pensar que todo se quede tal cual y no comiencen a darse situaciones que nos muestren cuál es el rumbo político que tomará Tarija, es cuestión simplemente de esperar el sentido que cada quién le va dando a su propia gestión.
Llama la atención lo manifestado por el ex presidente de la Asamblea, de la bancada indígena, Nicolás Montero, actualmente vicepresidente electo, que espera que el Movimiento del Socialismo (MAS) cumpla con su compromiso para dejar de lado un proceso penal que le iniciaron justamente cuando desempeñaba el máximo cargo en el ente legislativo, esto hace pensar sobre qué otro tipo de tratos y acuerdos se manejaron para lograr desbancar a Unidos de la presidencia de la Asamblea, compromisos de esta naturaleza que involucran incluso a otro poder del Estado como sería el judicial, que no tendría nada que ver si es que hablamos de la independencia de poderes, considerando que el proceso que le fue instaurado a Montero, sobre todo es de carácter público. Habrá que ver si existen otros casos similares en los que también se han hecho promesas o se han sellado tratos a través de promesas, disponiendo de la cosa pública, lo que sería muy grave, especialmente para el inicio de una nueva gestión y una nueva presidencia en la Asamblea departamental.
Así como el vicepresidente electo, Nicolás Montero, dice que no se quiere ponerle trabas a la gestión del gobernador Oscar Montes, de igual manera lo manifestaba el presidente electo, Alan Barca , uno de los disidentes de la bancada de Unidos, que nunca va a poder negar que llegó al cargo gracias a 11 votos del MAS y al que le va a costar mucho tratar de despejar cualquier duda respecto a una alianza con este partido político.
Es posible creer que desde la bancada del MAS no obstaculicen la gestión del ejecutivo departamental pero será muy difícil entender que sea a cambio de nada, esto puede involucrar también a la directiva de la Asamblea y el resto de los miembros de este nuevo bloque político que se ha consolidado en la elección de la semana pasada. Es muy posible que obligue al propio gobernador a jugar con pesos y contrapesos, a llegar a consensos si es que se quiere avanzar con uno o varios proyectos que seguramente se tienen en agenda, lo que cabe preguntarnos es a cambio de qué y qué es lo que va a estar el juego en cada una de esas oportunidades.