En calles y avenidas de la ciudad, hay señales de tránsito que por esas cosas de la vida, por falta de educación, no las tomamos en cuenta, es más, es como si no existieran. Los carteles rojos que dicen PARE por ejemplo… están en muchas esquinas pero son parte del paisaje y solo eso. Cuando en realidad hacen las veces de una luz roja, se debe parar así como nos detenemos ante un semáforo, en Tarija eso no sucede.
Igual importancia en nuestras vidas tienen los letreros que dicen PROHIBIDO ESTACIONAR, están en portones de viviendas particulares, oficinas y hasta clínicas, también son decorativos, nadie o muy pocos les hacen caso. Es común ver todo tipo de vehículos estacionados donde no se puede hacerlo, parece a propósito, le complican la vida al dueño de casa que no puede salir o entrar indefinidamente, ya que no sabe cuánto tiempo más estará el vehículo que bloquea la vía.
Ni siquiera es necesario colocar un cartel, se sabe y entiende que en un lugar así no se puede parquear. A veces hasta es solo una motocicleta la que se interpone, bloquea todo un espacio. Las reacciones son de diferente calibre, hay propietarios de viviendas que desinflan las ruedas o las perforan, otros dejan pegado un gran mensaje en un papel, algunos prefieren escribir en la chapa del vehículo y no faltan los que incluso llegan a rayar el motorizado con un clavo o material parecido, de hecho es algo que no aplaudimos.
Como siempre, policía y municipio brillan por su ausencia y falta de control, que la gente se la arregle como pueda.
Limitaciones y restricciones para tomar en cuenta
