viernes, diciembre 1, 2023
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El rosquete, entre la utopía y la distopía

Pablo Pizarro Guzmán

“Lo admirable es que la especie humana sigue luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil”, escribió alguna vezun pensador argentino. Al respecto, retomo su idea, ya quequeencaja muy bien en tiempos de pandemia por el Covid 19 y por la invasión genocida de Rusia a Ucrania, que duele hasta en lo más profundo.

Así es, el arte y la cultura siempre estarán presentes. Es impensable imaginarse un mundo sin música, teatro, pintura, literatura, danza o cine. Ahora, se entiende que no logra transformar de inmediato a la sociedad, pero de algo estoy seguro, que abre las mentes y los corazones ante la vasta posibilidad de la vida humana en busca de paz, convivencia, tranquilidad, y bienestar material y espiritual. Es decir, sin artes y cultura morimos espiritualmente.

Entonces, nuestra causa es el sentido de lo que líneas arriba explicitamos. Por lo cual, necesitamos impulsar con mayor energía políticas culturales, no para tener más artistas, que también estaría bien, sino, sobre todo, mejores seres humanos, o sea mejores personas tarijeñas.

Desde cultura del municipio de Tarija, los seis meses pasados, caminamos hacia esa utopía. Para ello, concluimos el 1er. Plan Estratégico de la Cultura y las Artes Tarija (PEMCAT) que marca la trazabilidad hacia el 2025 de las líneas que debemos fortalecer: identidad cultural, fomento a las artes, economía creativa, territorios artísticos, capacitación y vigor institucional.  Ahora, ingresamos a una nueva etapa del PEMCAT, que es incluir las nuevas prioridades estratégicas al Plan Territorial de Desarrollo Institucional PTDI, actualmente en pleno desarrollo. Como también, junto a ONU Habitat, iniciaremos un programa de socialización amplio y extenso, con el fin de informar y explicar el proceso y los resultados alcanzados.  En este marco, el primer paso concreto consistirá en crear el Consejo Ciudadano de las Artes y la Cultura.

Otro hito fundamental fue el apoyo y la gestión durante la última etapa de la concreción de la Declaratoria de la Fiesta Grande de Tarija – San Roque como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad concedido por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) sucedido este diciembre 2021. En este tema, avanzamos con la promulgación por parte del alcalde Johnny Torres de la ley 293, que estipula la creación de una oficina técnica y de un comité para ejecutar el plan de salvaguardia.

Amén de otros temas que abordamos en este lapso de tiempo, también remarcamos el convenio con la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia y el Centro Plurinacional de Cultura de Santa Cruz, quienes impulsaron desde capacitaciones y puesta en valor de la festividad de San Roque y del poeta Oscar Alfaro, por los 100 años de su nacimiento.

En este marco, siento que si avanzashacia las utopías, estas se alejan, sin embargo, el asunto radica en no perder la huella de los sueños. De todos modos, también me queda super claro que las condiciones sociales deben ser las necesarias para que las cosas sucedan, porque así lo demuestra el axioma: existen estructuras que determinan lo real. 

En este contexto, el rosquete representa a nuestra cultura tarijeña, que se debate entre trascenderal siglo xxio (in)trascender como en un ocaso gélido.

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