Cinco cosas que no sabías sobre el oro

Es el metal más valioso, más escaso, más deseado y más cotizado del mundo. El oro hipnotiza despierta la codicia, fascina y ha logrado hipnotizar a miles de personas a lo largo de la historia para dejarlo todo y lanzarse al barro para buscarlo.

Sin embargo, aunque ya desde la antigüedad, el metal de los metales era el símbolo de la riqueza y del poder, aún hay muchas cosas que desconocemos de él. Aquí te contamos 5:

El oro no envejece

El oro está considerado un metal noble porque ningún otro elemento de la tabla periódica puede corromperlo o estropearlo. El oro no se mancha, no se oxida, no se descompone y, por supuesto mantiene intactas todas sus propiedades invariablemente a través del tiempo. Una pepita de oro encontrada en el subsuelo hoy estará exactamente igual que cuando se formó hace millones de años.

Tiene su propia huella dactilar

Al igual que ocurre con los seres humanos, el oro también tiene una huella digital que lo hace único e inimitable, lo que significa que, si se estudia y se conoce exactamente cuál es la proporción de sus elementos, sería totalmente posible identificarlo y rastrearlo hasta encontrar la mina de la que ha sido excavado y extraído.

Si se funde es imposible saber de dónde se ha obtenido.

Del mismo modo que cuando es puro puede saberse de qué mina se ha sacado, al fundirse se borra absolutamente cualquier rastro que nos de una pista de la mina de la que salió. No solo el lavado y el calor de la fundición borran todos estos indicios, sino que al mezclarse con otros metales ya nunca se puede saber de dónde proviene.

Los lingotes son más baratos que las monedas

Aunque parezca increíble, el coste total de los lingotes de oro más grandes, como los que llegan a alcanzar entre 15 y 30 kilogramos de peso, es en proporción bastante menor que el de las monedas de oro sueltas. Esto ocurre, básicamente, porque al realizarse la compra de oro al por mayor, la prima adicional se reduce y abarata el precio.

Así se testa su calidad

Existen varios métodos para testar la calidad del oro. La técnica más utilizada consiste en hacer pasar una corriente eléctrica a través del metal. Si este se altera de algún modo, significará que el oro no es puro, ya que éste no sufre ningún tipo de modificación al ser atravesado por la electricidad.

Otro de los métodos que se utilizan es la prueba de los ácidos. Esta prueba es tan simple como efectiva, aunque no suele utilizarse mucho porque, aunque el oro puro no sufre, estéticamente si que se ve afectado, y podría ser negativo si luego se quiere vender la pieza.

Aquí simplemente se deja caer una o dos gotas de ácido nítrico, ácido clorhídrico o ácido sulfúrico sobre la pieza de oro. Si no se produce ningún tipo de reacción al químico, significa que nos encontramos ante una muestra pura de oro, sin embargo, si se produce reacción o cualquier alteración, esto nos dirá que la pureza del metal muestra bastantes deficiencias, por lo que la pieza será un chapado o tendrá una pequeña cantidad de oro, pero desde luego no será puro.

Por último, la prueba del sonido es la más peculiar, y es que por el sonido que absorbe y refracta se puede saber cómo de auténtica es una pieza de oro. Por supuesto esta prueba se hace con sofisticado material de sonido. Resulta que el oro puro tiene una especie de reverberación que lo hace distinguible de los metales básicos, donde el sonido es más compacto.

Fuente: Muy Interesante