
En tres operativos de control rutinario realizados en la segunda semana de octubre, el personal de la Aduana Nacional de Bolivia interceptó tres vehículos que transportaban un total de 22 toneladas de mercancía ilegal, con un valor estimado de 84.783 bolivianos. Esta mercancía incautada incluía productos como harina, alimento para mascotas, aceite comestible y otros, todos ellos desprovistos de la documentación correspondiente, como la Declaración de Mercancías de Importación (DIM), factura comercial y certificación sanitaria.
La Aduana Nacional intensificó sus esfuerzos para combatir el contrabando en todo el país, llevando a cabo más de 1.423 operativos de control y actividades de inteligencia a lo largo del presente año (2023), según informó el Gerente Regional de Tarija, Carlos Vilar.
El primer operativo se llevó a cabo en la zona de Calama, la cual es utilizada como un camino clandestino para evadir el Puesto de Inspección Aduanero (PIA) Pajchani. En coordinación con el personal de Control Operativo Aduanero (COA) y las Fuerzas Armadas, se detectó un vehículo plateado de la marca Toyota Tacoma, que levantó sospechas al tener una carpa azul. Al percatarse de la presencia del personal aduanero, el conductor intentó escapar del lugar, colisionando con la patrulla en el proceso. Esto desató una persecución en la que el conductor colisionó con una segunda patrulla antes de lograr evadir nuevamente las señales de alto y escapar. Sin embargo, una tercera patrulla logró detener el vehículo, aunque con daños considerables a los vehículos institucionales. El conductor fue aprehendido y actualmente se encuentra cumpliendo medidas cautelares.
Días después se realizaron dos operativos más, uno en la comunidad de Tomatitas, donde se interceptó una camioneta verde de la marca Toyota transportando ilegalmente 39 bolsas de harina. El conductor se retiró del lugar sin mostrar resistencia. El último operativo tuvo lugar en la localidad de Santa Bárbara, donde el personal de la Unidad de Control Operativo Aduanero (UCOA) interceptó una furgoneta de la marca Volvo, llevando en su interior 410 bolsas de harina, 180 bolsas de aceite, 40 cajas de comestibles y otros productos. Toda esta mercancía fue trasladada a los Depósitos Aduaneros Bolivianos (DAB) para su valoración e investigación de acuerdo a la legislación vigente.